Hoy he tenido una pequeña epifanía. Sí, mis queridos, asquerosos y poco probables lectores. En la cama, mientras me rascaba los huevos, se me apareció una reveladora imagen en mi mente. Una imagen de Dios. Con mi cara. Dios con mi cara estaba sentado entre vosotros. Dios con mi cara estaba escuchando vuestras sandeces, fingiendo importancia en su infinita bondad. Y joder, de repente yo he sido Dios con mi cara, por un momento en mi cabeza. Por un momento, me levanté de ese puto sofá mohoso para deciros lo jodidamente gilipollas y patéticos que sois. Que es mucho. Y supe escupiros a la cara la mierda que hace ya la polla que he olvidado a escupir. No se donde coño me había metido todo este tiempo, pero vuelvo a estar aquí. Potando mierda como un jodido aspersor. Porque dais mucho asco y alguien debería de recordároslo más amenudo.
Ahh, hoy me siento genial.
jueves, 19 de enero de 2012
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