miércoles, 13 de abril de 2011

Me gusta pensar, ¿sabes?
No...
Más bien NECESITO pensar. Ese es mi gran error. Todos los problemas que he tenido, que he causado, todas las neuronas que he quemado en inútiles reflexiones envenenadas por la subjetividad, han caído en saco roto. Todo lo que he venido haciendo estos últimos años ha orbitado en torno a vanidades momentáneas que por alguna razón, no se si llamarlo estupidez o simple ignorancia, he considerado importantes, dandole la espalda a lo realmente importante.

Por suerte o por desgracia, en la vida hay muchas cosas que cambian. Y lamentarás que sea precisamente aquello que te esfuerzas por mantener. Sin embargo, lo realmente importante, lo esencial, es precisamente aquello que permanece, aquello que, aunque no le dediques demasiado, siempre estará ahí.

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