domingo, 8 de mayo de 2011
Toda actitud es una pose. Una fachada que no escuda nada tras de sí, una moneda de una sola cara. Una fachada justificada por la ausencia que oculta. El llamado civismo es solo una excusa para ocultar las convenciones huecas que guían a las personas, una constante en la historia humana. Sin embargo en toda la historia nunca se ha negado de un modo tan pueril este hecho. Ahora la estética define el estatus según el criterio marcado por necesidades puramente económicas y sociales en un amasijo entrópico de subjetividad. Se trata de una búsqueda utópica y constante de la perfección estética, aplicada a unx mismx. Y como residuo de esta búsqueda solo queda la belleza, no como una representación perceptible a ojos ajenos, sino como hecho. Entonces la fachada se viene abajo y nace la ausencia. Títulos de crédito.
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